Mensaje
por Iskander » Jue, 15 Dic 2016, 22:23
Cómo definir la rueda de prensa de despedida de Barriocanal, es que es...
El tío hasta el último día mintiendo y volviendo a repetir que ha rebajado la deuda dos millones de euros y es que espera, tiene las pelotas de decir que deja una deuda de 200 y pico mil euros cuando ya todo el mundo sabe a estas alturas que esa deuda este mismo año se va a ir probablemente a más de 600.000 euros entre lo de Garrido y los fichajes que habrá que hacer para tratar de arreglar el desaguisado de equipo que una vez más ha vuelto a perpetrar. Es decir, que en 8 años y medio llevando a cabo una gestión cuyo principal objetivo era la reducción de deuda por encima de otras consideraciones y arrastrando al equipo deportivamente, dicha reduccción va a ser a la postre mínima (recordemos que se partía de una deuda de 848.000 euros), bravo por la labor de estos grandes gestores.
Pero espera que eso no es lo más grave, resulta que lo de Garrido ya se sabía en septiembre, es decir, que no sé si para la primera asamblea, pero desde luego sí para la segunda, el club ya tenía constancia de que había que pagar ese dinero y no se hizo ninguna modificación en las cuentas que presentaron y que nos obligaron a aprobar mediante chantaje. ¿Y ahora qué pasa? ¿Saldrá Barriocanal a decirnos en el futuro que a mí me aprobásteis las cuentas como suele recordar que se aprobaron en su día las de Novoa? ¿Veis cómo es importante votar a lo que se vota y no a lo que te dicen que votes?
Y todo esto coincidiendo con que resulta que ambos candidatos a la presidencia tienen dudas razonables sobre la legitimidad de su deuda, vaya hombre, a ver si no era cosa sólo de cuatro conspiranoicos locos y antiburgalesistas. ¿Os imagináis que finalmente se determina que esa deuda es efectivamente ilegítima, lo que supondría que hemos estado aguantando a este tío 8 años y medio por culpa de una mentira?
Y mientras tanto el equipo, a un partido de terminar la primera vuelta, está en puesto de play out y a dos puntos de la salvación.
Pues nada, el señor se va diciendo que está sastisfecho de su gestión, juzguen ustedes.